viernes, 15 de marzo de 2013

Cuídate de los idus de marzo...

Empieza un nuevo día. Despertador, ducha, desayuno, trabajo. Todo parece transcurrir de acuerdo con lo que tenías planeado.  Sí, cierto optimismo se respira en el ambiente por aquello de ser viernes, pero es lo que esperabas, lo corriente.

Sin embargo, hoy es 15 de marzo y, así como nadie puede saltar fuera de su sombra, nadie puede escaparse de los idus de marzo. Están ahí para el que quiera verlos. Los idus son días en los que se producen augurios. Presagios de algo que está por llegar. Anuncios que nos manda el porvenir al que nos dirijimos.

Afinen sus sentidos si tienen curiosidad y quieren asomarse por esas rendijas que solo hoy el destino se deja a la vista en las puertas del futuro. Unas puertas siempre cerradas con llave, pero que hoy, solo por ser hoy, tendrán sus cortinas entreabiertas para quien pueda entender lo que hay detrás. Los que navegan sobre la ilusión verán indicios de algo bueno. Los que necesiten renovarse, quizás un aviso de un cambio que está por llegar.

En cualquier caso acepten lo que vean. Igual que Julio César aceptó su destino cuando un vidente le advirtió de que iba a ser asesinado en los idus de marzo. Efectivamente, César fue alertado pero eso no impidió que el 15 de marzo del año 44 a.C. muriese a manos de un grupo de traidores cuando se dirigía al Senado.

Porque, si el caprichoso destino hoy te permite entender sus susurros, es a cambio de hacernos saber que el mañana es inevitable.

Murder of Caesar (Karl Theodor von Piloty, 1865)

miércoles, 6 de marzo de 2013

La ingenuidad, como un cervatillo tímido, se escapa si nota que la has visto

La primavera asoma la patita por la puerta de Brandeburgo y las calles se llenan de niños que vuelven a reír y a jugar al aire libre sin ese peligro tan incómodo de que sus pulmoncitos se queden helados en el parque de turno.

Lo celebraremos comprando golosinas y yendo al parque a jugar con ellos!



Les sucettes, de France Gall von PredicadorMalvado

Aquí una curiosa traducción encontrada por Internet...
A Annie le gustan los pirulís,
los pirulís de anís.
Los pirulís de anís
de Annie dan a sus besos sabor anisado.
Cuando el azúcar de cebada
perfumado al anís
corre por la garganta de Annie,
ella está en el Paraíso.
Por pocos peniques, Annie
consigue sus pirulís de anís.
Tienen el color de sus grandes ojos,
el color de los días felices.
A Annie le gustan los pirulís,
los pirulís de anís.
Los pirulís de anís
de Annie dan a sus besos sabor anisado.
Cuando sobre su lengua sólo queda el palito,
le falta tiempo
y vuelve al drugstore.
Por pocos peniques, Annie
consigue sus pirulís de anís.
Tienen el color de sus grandes ojos,
el color de los días felices.
Cuando el azucar de cebada
perfumado al anís
corre por la garganta de Annie,
ella está en el Paraíso.

Si alguno de ustedes no ha encontrado doble sentido a la canción, enhorabuena! Goza usted de una gran ingeniudad. Tanta como la de France Gall, que se enfadó muchísimo al enterarse del posible juego de palabras de la letra de su canción. Tanto que nunca jamás volvió a trabajar con Serge Gainsbourg.

Que cada uno disfrute de sus golosinas como buenamente pueda... ¡Feliz tarde en el parque!

sábado, 2 de marzo de 2013

Sol

 Ha salido el sol. Después de dos meses que nos parecieron veinte.

 Aunque estemos a 6ºC de máxima y a -2ºC de mínima. Aunque la calefacción siga encendida y sepamos que todavía no es momento de guardar las mantas. Aunque tengamos el recuerdo de la nieve a menos de siete días de distancia y no sepamos qué va a pasar mañana.

 Lo que importa es que ha salido el sol.
 Los pequeños placeres de la vida, amigos, no por pequeños son menos placeres. Disfruten de los suyos como nosotros disfrutamos ahora de este.