jueves, 30 de enero de 2014

Tiempo ahorrado, tiempo perdido?

Un día, o mejor dicho, eines Tages, aparecen en la ciudad de Momo, señores fumadores de cigarrillos gris ceniza, vestidos con trajes del color de las telarañas y que cargan con carpetas de documentos azul grisáceo.

Estos hombres de gris sólo pueden vivir del tiempo, igual que una sangijüela solo puede vivir de la sangre. Todos ellos trabajan para el Banco del Tiempo y su comentido es conseguir que la población lo ahorre: el tiempo será depositado en el Banco y devuelto al cliente después con interés.

A partir de ahora se aconseja a la población hacer sólo cosas útiles y así poder ahorrar tiempo.
Poco a poco se dejan de prácticar actividades de menos utilidad del día a día, como hablar con los amigos, imaginar, o dormir...

Viendo este pequeño fragmento de la serie que hicieron a raíz del libro de Michael Ende (Momo, o la extraña historia de los ladrones de tiempo y de la niña que devolvió el tiempo a los hombres.), creo que el concepto puede dar más miedo a los adultos que a los niños. 
 Por lo menos espero que los niños, alemanes en este caso, que vieron esta serie, no se sintiesen aterrados como ahora me podría sentir yo...






PD: Por motivos geográficos y de discriminación de todo aquél que no hable alemán, el vídeo está en alemán. Así, además, da un poco más de miedo.

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