jueves, 8 de noviembre de 2012

Five seconds to your heart

...Y hoy, sin saber por qué, se te olvidó cerrar la ventana de tu corazón antes de salir de casa.
Y quizás otros días saliste de casa así y no pasó nada. Pero, justo ese día en que tú vas paseándote por ahí ingenuamente con el corazón abierto y más vulnerable que nunca, alguien decide entrar.
O peor aún, alguien decide colar algo por la ventana. Puedes tener suerte y que esa persona te haya tirado una flor, o una notita de reconciliación, o un pastel de pera... Pero, como la vida es equilibro, también pueden arrojarte por la ventana piedras, una navaja, o simples palabras que duelen tanto como las dos anteriores.

¿Y por qué justo ese día algo en lo que no crees te hace llorar?
¿Por qué ese día una palabra tarda sólo 5 segundos en llegar a tu corazón?

Porque, efectivamente y no, ese día no cerraste la ventana de tu corazón...




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