lunes, 5 de noviembre de 2012

Hielo

 ¿De verdad pretende el mundo que el ingenuo españolito de a pie, culpable sin duda de haber nacido en el lugar y en el momento equivocados, además de sentirse explotado, infravalorado, sobrecualificado, frustrado y, sobre todo, desorientado, esté también sinceramente agradecido a todos aquellos que creen haberlo ayudado?



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