Una vez más, les traigo una refrescante bebida berlinesa. En esta ocasión, con carácter bolchevique pero desde el mismo centro de Berlín, ya que Wostok viene directamente de Kreuzberg.
Una bebida que, tal como anuncian en la
web, parece coñac, no lleva alcohol y sabe como el amanecer de un bosque de pinos, con un toque de eucalipto y ginseng siberiano (la verdad es que yo lo del bosque de pinos... todavía no lo acabo de pillar).
Pero, bueno, la bebida es dulce y agradable al gusto. De vez en cuando yo me tomo algún Wostok por ahí, pero lo que más me gusta es el etiquetado, con ese carácter de la propaganda soviética.
¡Así que bebamos, camaradas! Y hasta la próxima, mis fieles lectores.
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